mardi 9 décembre 2008

Contradicción

Hundido y maltrecho en cuestiones sentimentales. Extresado por la tortura externa y la rígida dictadura de un celular que paradojicamente no puedo apagar.
Exclavo de las situaciones superadores, de las palabras que analizan, explican y encuentran explicaciones a las crisis. Hundido, triste y maltrecho.
Sin alguien que reme una conversación. Pequeñeses que me aplastan.
Hundido, triste y maltrecho me hundo en un cuarto de libra con queso.

Contradicción

Hundido y maltrecho en cuestiones sentimentales. Extresado por la tortura externa y la rígida dictadura de un celular que paradojicamente no puedo apagar.
Exclavo de las situaciones superadores, de las palabras que analizan, explican y encuentran explicaciones a las crisis. Hundido, triste y maltrecho.
Sin alguien que reme una conversación. Pequeñeses que me aplastan.
Hundido, triste y maltrecho me hundo en un cuarto de libra con queso.

dimanche 30 novembre 2008

dimanche 6 juillet 2008

Una semana

Tendría que existir una herramienta de golpe.miraba la película en paz hasta que irrumpió en la habitación. encendió la tele con el volumen que lo caracteriza.
Se iban todos al cine, pero no sé qué pasó. Parece que el boludo esta mal y no sé qué. anduvo por la clínica (ni siquiera reconoce su angustia) y luego con su, ahora viuda, madre.Comprendo que sea duro, sé que es duro, pero que sé yo.Lo del paseo hasta lo lanzó él, para eso no hubiese dicho nada.Y se le pregunta cómo está y dice "bien" y pone cara de pobrecito. Obvio que el humor general ya es malísimo. No se puede decir nada (mariconea). Yo ya le hubiese dado un par de sopapos.
Se chorea medio queso de la heladera y se siente sorete mientras el resto cocina, lava platos y pone la mesa.
Y sí, es un boludo.
Desagradable, pelotudo.
Fantasía de ser el trabajador y que vivir un montón de años es la Meca de la ciencia: la inmortalidad el punto cúlmine de la humanidad. ¿Él? Chocho.
No parece tener mucha idea de nada. Si hubiese aprendido algo de aquél, de quién colaboraba cortando las papas fritas y cuando vio que todo ya no tenía sentido, que sus poemas ya no se escribían más, que la historia ya en papeles amarillos no respondían, sentenció su final y supo que no iba más.
La agonía que estiró un respirador por suerte no la sintió. Su cuerpo tranquilo, lento, en paz, dando conversación a quién se acerque, se despidió.Una semana.

samedi 5 juillet 2008

¿Qué pasó con el gallo?

erre: acercamiento a la escritura de Martín Caparrós

“Un invento, una abstracción: la forma de suponer que todo lo que voy a cruzarme de ahora en más conforma una unidad”

“Si es por buscar, mejor que busques -solía decirme- lo que nunca perdiste. (…) Yo sé que debería buscar algo; debería encontrar primero qué: puede ser largo”.
Nunca el primer paso de nada es la investigación; para llegar a una investigación ya hay que saber qué investigar: puede ser largo. Prepararse y postular un concepto que, de alguna manera, ayude al arranque. Conocer; tener datos: posibilidad de articular y concretar, de mejor manera, un relato.

Martín Caparrós es un señor de unos cincuenta y algo -aunque se le podría dar cuarenta y pico- que no suele usar aquellas finas continuaciones de la piel de raíz ubicada en un folículo piloso con un tallo que se proyecta hacia arriba por encima de la superficie de la epidermis[1]. De bigote particular y formas particulares, encara un viaje: un recorrido en busca de un algo que no sabe bien qué es -yo tampoco- que denomina “crónica”. Sí, crónica.

“Llevo días y días en la ruta. Me parece -de pronto me parece- que la mugre me hace mirar distinto”. Se complica. La investigación queda atrás y acompaña, hace piso: años de vivir en el mundo. Salir. Salir al papel. Sin duda existe un pensamiento; alguna especie de sentido común que indica qué es una crónica: de alguna manera, un relato periodístico que sostiene una cronología mientras profundiza en algo. Claro, estas cosas son deformes; marcos que no delimitan nada: marcos a romper. Recursos, ¿cuáles son los límites del género?

La crónica es algo, como todo objeto de pensamiento, que se esconde, que se escapa. Quizás resulte evidente, y eso la hace más compleja. Es particular, y parece poder llegar a obsesionar algunas almas -como la de Caparrós- que parecen perseguir alguna propia, o una que logre dar cuenta de todo aquello que mueve el pensamiento y los otros “no sé qué”.

Buena parte de la crónica son sus elementos: Transiciones: testimonios (que funcionan de anclaje y refuerzo. De selectos protagonistas o anónimos -parecidos a públicos: de nadie y de todos-, puntos de vista, comentarios, alguna descripción y unas pequeñas poesías que se relacionan, se retoman y que en realidad -me parece a mí- no son poesías; párrafos que nunca parecen alcanzar una carilla -ni lo pretenden-; alguna pregunta que no viene a nada pero sirve para darle alguna coherencia al texto; información dura colocada de manera sencilla y oportuna; los espacios, que se convierten en lugares claves; el tiempo: un presente que permite irse a cualquier lado; y la persona: fundamental -diálogos con uno mismo-.

Es un conjunto deforme. Un recorrido: idas y vueltas, planificación e improvisación, posibilidades e imposibilidades, tensión y tranquilidad, cómplices y de los otros. Quererse y odiarse.

El relato periodístico suele suponer cierta neutralidad: despersonalizar el texto, sacarlo de uno. Pero no, en estas crónicas no. La persona es protagonista; Caparrós es protagonista: es su viaje, son sus puntos de vista, sus sensaciones, su modo de expresarse, originales -digámosle así- descripciones que dicen algo más. Un autor que construye un lector que no es el que mira sino que se convierte más vale en cómplice. Te hacés cómplice o no te hacés cómplice.

Un conjunto deforme, heterogéneo. Un conjunto, como todo conjunto, que es una unidad -o al menos eso me gusta suponer-. Una unidad temática, que deja aristas y, a veces, hace olvidar un poco –bastante- cuál era el tema.

Algunos recursos se convierten en firma, en permanentes. Algunos recursos, esos mismos, son los que contienen todo aquello. Aquellas descripciones, aquella persona, aquella(s) complicidad(es), aquellas palabras de selectos narradores o de nadie: de todos y de nadie. Algunos recursos, más allá de aquella manera particular del escribir y articular los temas y facilitar transiciones que llamativamente funcionan. Algunos recursos, aquí dos: el punto y coma; que se continúa de los dos puntos: para mí que para generar alguna complicidad y dar una pastillita, algo bien puntual. Por otro lado, los guiones -esas rayitas que en estos casos se ponen antes y después de una frase o palabra- que sirven -postulo yo- para agregar aquellas acotaciones obvias que dicen mucho, generando -aun más ¿no?- aquélla complicidad con el lector.

No sé bien cómo funciona. Y aquello que se busca, mientras más me introduzco, más se aleja. La idea va mutando; se deforma; se hace más compleja. Aparece clara, para que luego aparezca una nueva, más clara, y todo sea muy poco claro. Escribir es un desafío, una lucha y una tensión. Más para aquél que parece ser hábil en estas artes: ¿cómo no buscar lo diferente o el superarse? “Tengo una mala noticia para darles: no pasamos la vida haciendo equilibrio en una línea inexistente. Somos una línea inexistente.”


[1] Fuente: wikipedia.org

mercredi 2 juillet 2008

Tarjeta.

no disfruto ni mis pedos

vendredi 27 juin 2008

body text

Colgar cosas excesivamente no parece nunca una buena idea. Rompe con el paisaje general doblando demasiado la soga, tensandola, casi rompiendola.
La nota al final hace su aparición como recurso.
Sí, en vez de incluir citas, acotaciones y llamados en el cuerpo de mi ensayo, opto por referenciar conceptos, conceptualizaciones, etc en forma de nota al final del documento.
Si siempre hubiese sabido que un ensayo puede ser algo tan estetico, hubiese escrito mejores ensayos. Aunque, por otro lado, es una belleza facilmente consumible. Sí, parece tener algo de esas crónicas televisivas pero realizada de un modo más elevado.
Conexiones, relaciones, juego abierto a interpretaciones. Ahora hablo de los ensayos de Italo Calvino. Ensayos donde la estética y la narración parecen no perder cuidado a la orden de la fascinación.
Ensayos que dan la impresión de hablar de cualquier cosa como fascinado, como lo mejor del mundo, como mágico o misterioso. ¿De qué hablamos? ¿Qué orden le damos? ¿Qué pretendemos? ¿De qué nos vanalgloreamos?
Ensayos que se ponen a la orden del cuerpo del texto.
Una construcción tal que no permitiría que uno se deprima demasiado mostrando las páradojas de ciertas ideas, pero que al fin, por cómodas, conocidas o bien contadas, no terminan por ser demasiado chocante.
Amable. Un modo amable. De finas descripciones, reflexiones, con marcas, ideas que juegan con aquello que conocemos todos.
Amable. Un modo amable. De un lenguaje justo y concreto. Palabras fáciles de leer en la que de vez en cuando se cruza alguna de esas que nos hacen acordar que hay alguien "formado" que ya tuvo esa hoja en mano.
Paradojas de la vida. Pero lindas, con humor. De las que caen bien.

jeudi 26 juin 2008

acerca del ensayo y otras enfermedades

Aunque no quiera vuelve a salir así. Encontrar el desafío de encontrar otro camino. Uno distinto. Pero no, vuelve a salir parecido. Supongo que es una limitante.
Intentar dar cuenta de aquella subjetividad profunda/espíritu de época logrando conceptualizar ciertos, justamente, conceptos repetidos impertinentemente, parece un buen tema, y coherente, para el ensayo que le dará cierre a un cuatrimestre de trabajo.
Releo algunas entregas anteriores y me gustan. Encuentro eso de lanzar una idea, una apuesta e intentar desarrollarla, seguirla, exprimirla o argumentarla. A su vez, contar algo.
Este nuevo intento, cruzado por otras circunstancias, se encuentra más acotado y controlado. Con algún otro perfil. O al menos eso creo, o eso encontraría en un desarrollo certero.
Resulta un intento distinto.
No creo haberlo logrado.
Paradójico resulta plantearse algunas ideas acerca de ritmo, estilo y formas cuando apenas me estoy encontrando y trazando amistades con la escritura.
Paradójico resulta plantearse y plantarse como lector en un texto, cuando apenas me estoy encontrando y trazando amistades con la lectura.
No encuentro parecido en otros ensayos realizados por mi mano y parezco reciclar acotaciones de otro docente.
No parezco estar de acuerdo con los ensayos propuestos en la materia. No me encuentro demasiado en ninguno de ellos. Hay cosas que me gustan. Sí, pero no el rango de lo que suelo o me gustaría escribir.
Definitivamente no estoy de acuerdo con Flusser acerca de esa división entre el tratado y el ensayo. Aunque si me gusta, disfruto y creo un buen recurso aquello de plantear dicotomías que tal vez no son tales como para entrar en la discusión (luego hay tiempo para negociarlo). Aunque no me gusta esa especie de arrugue en oraciones continuas.
No creo que la cuestión del ensayo o el tratado sea una cuestión de persona, decisiones o formas de tratar un tema. Creo en el ensayo aquella forma de escritura académica plenamente vinculada a ciertos espacios. Quizás aquéllos pertinentes y que den permiso a otra mirada (no una mirada otra, otra mirada) y la innovación en un asunto.
Se encuentra en el ensayo aquél lugar donde poder escribir con rigores sin que sea una acumulación de datos. Plantearse dar algo más con la escritura, lograr una lectura y un juego más allá de las letras con palabras y tiempos elegidos y sugeridos. O no, con la verborragia, desarrollada con una conjugación particular de verbos, que plantean ciertos asuntos de los más indignantes o intensos.
El ensayo supone varias construcciones. Desde un objeto hasta un escritor. Y la escritura. El escribir es una construcción. Una idea es una construcción, y creo que se puede lograr la espontaneidad mediada con otros factores en un ensayo. Y a su vez, aquél ensayo puede tener pretensiones de verdad y alcance. Y las puede lograr.
No es no hacerse cargo, es respetar ciertas “costumbres” para lograr romper con otras. Llegar a un acuerdo simple para introducir una idea compleja, algo chocante o novedoso. Un nosotros impersonal acostumbrado y que relaja al lector que le puede traer una visión particular de (o de quienes) quien firma.

mardi 24 juin 2008

Inteligentemente atras de la cortina

John Berger
Fotografías de la agonía

Construcción de un objeto.
Anclaje.
Datos.
Pregunta inicial.
Juegos con el sentido común, las deformaciones de sentido común y lindos estereotipos de pensamientos a los que presenta como dicotomicos para luego concluir que no lo son. Recursos.
Otra vez, presentar y acercarce.
Gran recurso gran el del juego y la ambivalencia entre lo cotidiano, las sensaciones y los sentimientos. Gran recurso gran que es díficil de discutir y casi imposible de desestimar desde ese ya alejado en el tiempo fuerte advenimiento de la psicología.
Traer elementos. Acercarlos. Arraigar situaciones en otra. Entrar en discusiones fuertes desde un costadito. Dejar aristas.
Otra vez, ideas de fondo que se convierten en fin: en lo que se quiere desplegar.
Alclar entre líneas.
Plantar y cocechar paradojas. Verdad mímesis, verdad otra.
Respuesta a la pregunta inicial.

(Sé que hay gente que las ignora, pero sobre esa gente no hay nada que decir.)

Esmoquin y pensarse elegante

John Berger
El traje y la fotografía

Presentar un tema para luego, y hasta con algo de resquemor, citar un autor de relevancia para ir construyendo un objeto.
Reconocer ciertas limitaciones acotando y quitandole aquél gusto del buscar un todo, aunque todos sabemos que no, en un seguimiento de palabras.
Contruir un objeto y fortelecerlo.
Presentación y desglozamiento.
Preguntas que guían y obligan a seguir un razonamiento induciendo pasos a seguir.
Experimentos inducidos que sugieren un resultado. Experimentos inducidos que no buscan ser experimentados.
Personalmente, prefiero la parte del pensamiento. En el que el objeto se convierte en una simple excusa para desplegar un "algo más".
Ideas acerca del funcionamientos de las ideas. Experimentación con el pensamiento. Juego.
La foto un indicio de la hegemonía de clases. Rasgos de la lectura y el mirar. El encontrar un algo que se busca contar. También podriamos hablar de como se acomoda la gente según su ego y personalidad en frente al siempre cruel ojo de la máquina.
Lindo juego entre lineas implicitas, pensamientos bien guiados y fuertes conceptos explicitados sin ningún tipo de vergüenza.
¿La persona? Un yo.

"Los caballos sudan, los hombres transpiran y las mujeres brillan."

Por san pupitre (y le pongo punto al título).

Y el boludo dobla en "u" y me choca. Encuentra en la parte trasera derecha de mi guardagolpes un buen lugar donde apoyar su extremo delantero izquierdo.
Y sí: yo sigo un poco, pongo la baliza y freno. Pero él siguió, no como si nada, como escapando.
¿No puede comprender aquél sujeto que se estrello con un individuo cerca de las diez y media de la noche que está despierto desde las siete?
Calzada, Burzaco, Calzada, parada del 177. Casa. Sillón y desayuno. Nesquick. No galletitas, sólo nesquick.
Un sujeto que descubre que su vida no va a ir para ningún lado. Que incapaz de de contruir un lugar crea un falso espacio en una puta técnica. Espacio que se cae, se despedaza, con la ayuda de las corrientes que deberían dar una mano.
Entre que yo soy muy boludo y no estoy demasiado seguro de que no vanagloriamos, la condena parece clara a destinar una vida a un trabajo que se convierte en drama existencial al encontrarme dedicandole, mi vida, mi tiempo y todo lo mío sin un objetivo claro. No, aún peor, como un objetivo claro: conseguir dinero para comer y comprar algunas ciertas cosas que parecen la vida.
¿Cómo pensar en las teclas del teclado si no se entienden bien esas grandes cuestiones de la soledad, los amores, el trabajo, la existencia o no de un Dios y aquellas bellas y excitantes cuestiones?
Plantear un texto dónde todo tiene estar claro, explícito, seguir una línea y contenerse en una estructura.
¡Por San Pupitre! Otro intento que debería terminar en "vayanse todos a la concha de su madre".

samedi 21 juin 2008

¿Por qué nunca tuvimos pajaritos?

Poner el culo en la silla y en un tiròn tener buena parte del total de las palabras que apareceràn luego acumuladas en un "ensayo", me cae bien. Podría decir que es "PRO".
Indudablemente cuestiones paradòjicas de ritmo, y no, son tomadas en cuenta. Aquellos concejos de quièn maneja el rol de sentarse tras el escritorio sentandose sobre èl. Tambièn se suman esas cosas de intentar buscar màs recursos, nuevos juegos y avatares.
Leo eso que escribì, me parece bien. Paradòjico marco teòrico tocado a oido pero sin duda preciso. Buscarè, quizàs, un poco màs de articulaciòn con algo de teorìa.
Definitivamente las cinco pàginas no me alcanzaràn.
Lo leo, y busco esas cosas de profesora secundaria de lengua en ese pedazo de texto. Problemas ortograficos, de puntuaciòn y esas cosas.
Leo, encuentro algunos y los corrijo. Aunque realmente creo que lo ùnico que me interesarìa es la respuesta a "todo esto acumulado, todo esto acumulado durante el cuatrimestre, cada uno de esos conejos, algunos de esos conejos: ¿logra decir algo?".
Con el frío muere: cierto desinterés de cuidarnos entre nosotros. Por eso nunca debimos tener pajaritos.

dimanche 15 juin 2008

Tarjeta.

¿que hacés haciendo esto?
andá a jugar la pelota.

samedi 14 juin 2008

(me acordé de vos cuando noté que el control remoto seguia sin pilas desde hacia semanas, los botones no la estan pasando bien)

No anda el corrector.

Su hobbie era arrojar naranjas a los 266 (Lomas-Calzada) que pasaban por San Martín. Era un lugar poblado, de tránsito permanente. A él no parecía importarle. La impunidad de esos años mozos sumados a eso de cuando un reto parece un mimo y una corrida hace acordar que se esta vivo. ¿La idea de travesura? De que se es niño, de que se lo sigue haciendo.
Responsabilidades que no traen derechos arrastradas por el asfalto, o la tierra. Las piedras deben ser todo un problema, deben cortar los sacos.
Aquellos sacos no deben tener una larga vida: se la pasan siendo arrastrados, hace poco escuché a uno que contaba que en La Plata, a raíz, de un convenio, se los daba la Municipalidad.
Por mi casa no hay Municipalidad, la que nos corresponde está como a treinta siete minutos en Bicicleta yendo por adentro. Yendo por las dos avenidas se tarda un poquito más, pero se supone que es más seguro y menos posibles quedarse sin bicicleta. Al menos menos posible quedarse sin bicicleta por cuestiones de delincuencia.
Las cuestiones de la delincuencia se vuelven confusas. Esa idea de terror seguramente acarrean (como esos chicos las bolsas) graves consecuensias: mi abuela cuando se va le tira la llave a la vecina, pero hace unos años instaló la alarma. Una vez cuando no funcionaba la alarma no pudo dormir.

¿Me quedé en "había una vez"?

Cuentos de dos historias. Cuentos de, al menos, dos historias hiladas finamentes por el autor. La historia oculta la que vale.
Finales que se parecen a no-finales. Situaciones abiertas, entrometidas.
Simples, simplistas, complicados, rebuscados. Minimalistas, barrocos.
Con muchas voces, con casi ninguna.
De verdad, de mentira. Durísimos.
Cuentos que no empiezan con "había una vez".
Parezco haber perdido demasiado tiempo, o no. Lo mio nunca fue la lectura, y quizás de ahí la sorpresa, el desacomodo, ante los desacatos de Cortázar este verano.
Ponerse a escribir una narración. Claro está que debería lograr incluir una historia dos finamente hilada, un ritmo, descripciones exquisitas, las palabras más certeras y lograr tocar esa situación tal que lo convierta, de alguna manera, en pretensiones de literatura.
Esdrújulas.
Encontrar una historia o una idea. Difícil, con ella sentarse a escribir ya resulta mucho más fácil: quizás todo salga de un tirón. Otras no, en algún momento se estanca. Se estanca y nada: se estanca. Ponerse a describir algo mejor; pero no: está estancado.
Retomarlo, leerlo. Irlo tocando de a poquito. Que los toques nos caigan bien a los dos, que no sea agresivo para ninguna de las partes.
Regresar, leer y sonreír. Un final feliz que de ninguna manera se da. (Deben se las comas) leer, corregir algo (no, no eran).
Falta tiempo de reposo, así al cortarlo mantiene su punto.

El que escribe cuentos (cuentistas, según leí por ahí), debe ser un tipo medio particular. Como volado, pero meticuloso. Un poco loco y con finos procesos de razonamiento.
Capaz. Capaz de dejar algunas ramas, historias cortas, de recordar diálogos y de observar y llevar a cuento -mis juegos de palabras están llegando a un nivel pre-escolar de un niño no-prodigio- aquellas pequeñas situaciones de la vida diaria que representan grandes cuestiones, dramas y pensamientos: algunos pocos dramas existenciales -aunque sabemos que esos pocos son más que suficientes.

Vivir u observar. Vivir a veces, observar otras. Brindar esa perspectiva particular desde la cual se participo. Observar otras para vivir algunas y poder brindar lo otro. Situaciones. Acomodarse y encontrarse.
Acomodarse y encontrarse, por ejemplo, frente a una computadora, cumpliendo una consigna, intentándola, restándola, intentando respetarla, no quemarse mucho los dedos, que los pelos no estén tan parados, merendar sin volcar nada en el teclado, encontrar una vueltita más, arriesgarse sin llegar al suicidio. Y todo en un blog.

"Cuando su papá vendió el forté. compró el forá"

Cartas: conversaciones sin interrupciones. Con un interlocutor claro, con explicaciones y argumentaciones. Espacialidad pertinente para el sentimentalismo. Hoy de gran valor simbólico y poco valor práctico.

Un narrador, testimonios, diálogos e historias. Fragmentos sin comillas ni rayas de diálogos claramente discursos de un yo que se dirige a un tú que no es el lector, sino que es otro existente en la trama del cuento.
Testimonios e intervenciones introducen y articulan historias, todas que rondando alrededor de un sitio. Ese sitio, el campo, sus personajes, historias personales y de todo el lugar.
Historias fragmentarias, cortadas, vinculadas, que se relacionan o no. Historias fragmentarias, cortadas, vinculadas, que se relacionan o no, que forman un colectivo, a veces retomándose y continuandose, otras no.
Tolosa, el campo, Cipriano, Estela, Felisa, la estancia, Tolosa, el martillero, Felisa, Estela, Estúpida, el médico, la sirvienta, las niñeras, Felisa, el amigo, Felisa y el amigo, la escuela, la Iglesia, el cura, los políticos, los radicales, los aviones, los autos, las carreras, los caballos, el Fénix, el Roma, los chicos, los patrones, los peones, las ovejas, el alambre y el hierro. Herejes y de los otros. La historia de un país.
Historias astutamente expuestas, escondidas y sacadas al ruedo. Historias escolares hasta sexto grado.
Voces que se cruzan, se contestan, planteas situaciones, intervienen, irrumpen, cuentan.
Descripciones. Párrafos importantes de descripciones. Párrafos importantes de descripciones que dan el lugar, la forma, enmarcan e invitan a ver situaciones. Perfectas situaciones de esas no ideales.
Labores, oficios, ideas, vueltas. Plaza.
Empezar a escuchar las voces.Ver otras historias, otros espacios.

-¿Qué tenía Herminia debajo del vestido? Cuando salía de su pieza y cruzaba el patio en dirección a la cocina, Jacinto se acostaba sobre las baldosas para ver, a la acechaba y se zambullía de golpe sin conseguir nunca una vislumbre del misterio. Señora, mire el nene. Pero Felisa no miraba.


Nota: en un texto tan prolijo y sin tantos "trucos" (digamos, aunque la palabra no me deja contento), de una alineación de las palabras perfecta, sigo encontrando mayúculas injustificadas, puntos seguidos que no estan y otras sospechas. ¡Hay una parte con un espacio de como medio reglón enorme! ¡Y a eso le sigue dos mayúsculas que inician palabras que no son sustantivos propios ni estan antecedidas por ningún punto ni nada!

"¿Por qué no bailás?"

-Mediante un cable alargador tendido al exterior había conectado lámparas y aparatos. Todo funcionaba igual que cuando había estado dentro de la casa.

Una historia chiquita y certera de varias escenas. Situaciones.
Critica profunda a un modo de estar y habitar. Critica a un modo de mirar, a valores que constituyen un modo de ser y relacionarce.
Vaciar todo, de manera ordenada. Pasar al jardín. Dejar mi casa, pero mantener la idea de que se trata de "mi" jardín. Sacar todo a la vereda, que se vea, aunque ordenado y en quejas. Dejar todo en la puerta del garaje.

-Pero se sentó y se quedó dónde estaba, haciendo como que miraba la televisión.

Dejar todo en la puerta del garaje, ir a comprar algo para tomar y bueno. El alcohol vuelve a estar presente en un relato que abre paso a los diálogos para que luego tome la posta de los relatos uno de los participantes de esos diálogos.
Intuiciones, fantasías, modos de actuar y oportunidades. Autos que pasan, reducen un poco la velocidad y no paran.
Espíritu, el romper pero no del todo con el estilo de vida.

-Pidan lo que pidan, ofrece diez dólares menos. Siempre es bueno. Además, deben de estar desesperados o algo así.

Romper algo, sorprender, escandalizar un poco a algún vecino. Yo diría que también parte del sueño y el estilo de vida. Gente que mira desde su casa, desde otro lado. Gente que se vuelve a mirar, pero sigue. Sólo bajan los chicos, interesados. Son analizados y tienen algo especial. Se sirven algo, no toman. Se sientan, hablan, ponen un disco y dan su primer trago.
Se vende todo.

-Eso es. Creían haberlo visto todo en esta casa. Pero no habían visto esto, ¿eh?

El final es rarisimo, o no es final. O sí, y llama demasiado a la especulación.

vendredi 13 juin 2008

No al equipaje.

Salió para darle final a todo. Un impulso. Lo había dejado, todo, buena parte de lo que quería listo.
Fue al fondo, su espacio: buscó los cigarrillos, dejó 8 y se llevó el paquete con tres. Dejó el zippo, y el otro encendedor obsequio. No vale la pena llevar mucho: unos pocos cigarrillos, algunas hojas de rollo de cocina, un encendedor, la cédula, las llaves necesarias para salir y cerrar.
La pingüi como grito sagrado.
Tan cobarde! tan cagon!
tratando de esconderme atrás de una imagen, fuese por la que fuese.
viviendome a mi mismo a través de ella aun en los momentos mas bajos.
Sin deci´sión, probre, triste, tibio. Cuantas veces habre pensado en tirarme abajo del tren? obviamente, como imaginaran, hasta este momento al menos no lo hice ninguna.
cobarde, ahorarme. encontrar una salida y ponerle un fin.
no sé luchar, no puedo. no lo sé trasmitir, no puedo.
intento seguir con algo, de cierta forma encima lo logro. y el sol que sale y no acompaña. Todo me tira abajo arrastrando a todo lo demas. soy tan debil en frente al mundo. no sé que hacer.
un grito, agarrarse la cara. el pedido de algo imposible que no se qué podría lograr, pero "te quiero ver papá!".
El postulado de la existencia de un Dios vuelve a mi solo para brindarme la experanza de que puede ser.
Pierdo todo, la vida en vida.
Caminando por el sendero marcado de tanto pasar, intentó deducir qué estaba haciendo, a dónde iba: ¿realmente iba a darle fin? Creyó que era un buen momento, esta vez sí era el fin, aquella había sido la última. Lo pensaba, sostuvo un rato la reja, pero igualmente buscó la bicicleta.
y todavia no terminó, sigo acá.
Casi hasta preocupado por dejar algo. la palabras salen aunuqe las oigo rebotar en mi mente. En el papel, son tan solo un eco. Se diceminan, se funden con otras, se pierden. Ya no se entienden. Ya no pierdo.
Sufro una procupacion estetica que no logro apañar. Quiero perderme. no quiero ser, quiero dejar de ser esa nada para dejar de ser todo.
Nace una cancion que brota en el papel. en el aire. no es mia, no la conozco. No me significa. Miedos, otra vez. Muchos. Leer, buscar algo de que agarrarse. encontrar cosas que para uno parecen imposibles.
el mundo no se muestra asi para mi. "el mundo", ideas postuladas que no puedo abandonar. que mierda es el mundo?! que mierda la realidad?! que mierda yo?! y el amor? los dioses?! la flia?! esas cosas de las cuales agarrarse? y cuando nacual ya no este? y cuando lidha?! como no decirles. yo nunca les dije nada, nunca se los demostre. Esa imagen, otra vez, tan cobarde, tan cagon, tan cruel con migo lo mismo. Como lo sufro!. Ya las lagrimas se van acabando. se despeja el teclado. otra vez duele la cabeza. jugar con las piernas se vuelve señal de carnalidad. y esta carnalidad no quiere decir nada.
otra vez, no llegar ni siquiera a perderse.
las pesadillas no se terminaron nunca. ya ni siqueira puedo dormir. dormir de día resulta un alivio. un rato. necesito un rato nada más.
No hacer nada, eso hago. no leo, no cumplo, con acompaño. no hago nada. y hoy me duele, hoy me siento mal.
escribir un mail que no va a nadie. a quien? a quien molestar cuando ya no hay nadie?
ni siquiera poema puedo escribir; si al menos dibujase lindo.
si tuviese la suerte de un balcón y la fuerza para hacerlo. yo no creo en los milagros ni en la ciencia, pero los uso para explicarme ciertas cosas. no puede ser posible que no pueda desaparecer. así, porque sí.
Sueños, sin sueños que cumpli al no tenr ninguno. Ser estrella de rock, ganar un mundial. ay! no sé. ni siquiera nunca intente nada. hay algo mas triste?
Acostada, esperando, reclinada hacia el lado sin pie. Esa bicicleta de paseo verde, comprada en Temperley, en la esquina de triunvirato y arroyito: una bicicleteria grande, vidriada, con persianas de aquellas no-ciegas que forman un entramado de rombos al ser cerrada. Esa bicicleta de paseo verde, con canastito y ese lugar ideal para llevar a alguien más en la parte de atrás: no era un asunto muy masculino, aunque si práctico. Salió. Saltar, el problema es hoy no dejar de disimularlo.
Oscurecia y salía rápido, como si eso modificace algo. Pronto la luz bajaba y los tilos que acompañaban vereda empezaban a generar sombra de luz artificial. Saludó a Mabel, sin mirarla, como si así no lo pudiese ver. Mabel apoyo las bolsas y lo vió alejandose con rumbo este. No se había despedido de nadie, no había dicho nada. Dejó su móvil. Llegado el caso nadie sabría encontrarlo, al menos no en lo inmediato: eso le daría un margén de tiempo suficiente. No lo sé, quizás perderse.
si pudieses comprender lo bien que me haces no entenderias esta forma de llorar. ay! me aprece vivir tantas veces solo para pensarte. para preocuparme y ponerme contento. enfermarme de celos y morirme del orgullo. amarte. no poder realizarte. pensarme tu principe azul y sentirse solo una gran piedra.
no sentir otra vez ni siqueira la oportunidad de no molestar.
ay! si el mundo pudiese entender de no hacer lo que corresponde simplemente porque uno se replantea su existencia!
tan coqueta aunque a veces no se corresponda. Tu inocencia, el modo en que caes en algunos juegos que a veces parece intensional, solo para que juegue yo. tu modo de explicar lo inexplicable a lo que llevan mis absurdos planteos. lidear con mis cambios y mis malas costumbres. Hacerme sentir bien.
Sonreir. nunca sonreí tanto.Nunca. se corresponde a la lagrimas y al no sentirse bien. nunca estuve tan vivo, nunca. sentir, se siente tan bien sentir y tantas vece me hace siento tan mal.
correr, corramos. encontremos las bicicletas. pero yo no sé a donde voy, o a ningun lado.
Soy tan egoista, tan que me pierdo en mi.
y otra vez, la imagen: esa absurda y cobarde imagen. esa carnalidad con relato. es que no sé lo que soy.
Nadie había notado aquellas noches concecutivas de pesadillas: de revolver algunos recuerdos, de encontrar ese libro desforme por las cartas que resultaba bastante pavote. Pesadillas no, hermosos sueños realmente imposibles de los que hacen llorar: de rememoraciones inventadas, inexistentes.
es que sí, es que por ahi necesito senitr que una vez me insisten. por ahi lo necesitaba lo ultimo que paso. aunque mi imagen diga que no. otra vez, esa amante cruel. un "dale! vamos" que me convenza y me haga ver que para otro vale la pena que vaya.
Ya había pensado tanto. Ya había llorado tanto. Ya había llorado tanto por estar llorando de esa manera. Dolía la cabeza desde hacia como sesenta y tres horas.
Salió apurado y pedaleó todo lo que pudo. Rumbo este para girar en la esquina del kiosco, aquél enfrentado al árbol que parecía mas alto, aquél que supo administrar ale y compañía. La pingüi cedía todo lo que podía, la cara se mojaba, la nariz se enrojecía y la mandibula empezaba a aflojarse. Ningún auto cruzaba, o, al menos, no los vió. Tampoco vió a Cristian, el hermano de Hugo y otros tantos, que en la esquina parecía esperar.
La otra esquina y volver a doblar, pasar por el kiosco violeta de Ariel y el baldío que alguna vez supo alojar una aveja. La casa grande y antigua, gris, perfecta para un centro cultural. Una cuadra más y esa de la Clínica abandonada y la casa que tardó demasiado tiempo en construirce.
como negar que hasta le ha dado sentido a mi vida. todo. quizas nunca lo diga, quizas no me permita decirlo. otra vez, tan cobarde. no sé! te amo! te amo tanto. sos enorme. como mamá, cuidala a mamá. nunca me senti tan yo como en vos. tan sin miedos ni verguenzas. a veces hasta complice o util.
no sé, no se qeu decir. son tan inteligente, linda, completa, llena de vida. unica y especial. te quiero tanto.
Árboles que se cruzan en la mitad de la calles, alfombra a tonos amarillos frente a las casas, acumulación de hojas que se elevan en las rejas. Ya no se veía nada, pero sabía a donde ir.
En la cuadra del vívero se sale la cadena. La bicicleta verde con detalles blancos envejecidos -parecen teñidos con té- no se deja pedalear.
Hacia algunas semanas que la usaba a diario. Hacía poco se la había rescatado de la collera: grasa a la cadena, nuevas cámaras y algunos ajustes a los frenos -igualmente sólo seguía frenando el de adelante-. Nunca se había escapado de esa manera la cadena haciendo imposible el pedaleo.
Con el impulso dar vuelta la esquina y encontrarse en la cuadra que supo tener una oficina de Multicanal. Frenó y se le cayo la llave. La llave cayó sobre una hoja, amarilla, no de tilo. Se acomodó cerca de un poste, dejó la bicicleta ruedas para arriba, sacó un trozo de rollo de cocina para limpiarse los mocos y acomodó la cadena. La cadena gigante, negra. Le costó, no fue fácil, pero lo logró. Con las manos negras prendió un cigarrillo, el flequillo ya era algo inconcebible.
y lo peor es haber escrito todo esto. como si fuese acaso yo capaz de hacer algo. de lograr un fin o una meta.
no sé! ni siquiera correr o escapar.
que hago? que puedo haceR? tanta gente a la que me gustaria referir.
hay, lineas.
ubi! como perdi a ubi. que boludo soy. tbn por cobarde.
cuatro, yo no sé de donde sale esa pila de vida. el no rendirse, el sguir adelante. y sin conocerte. hay tantos miedos dando vueltas por ahi.
no puedo mas, no puedo ser ni justo ni certero. ya no puedo escribir. la cabeza me estalla, pero esta vez sin rebote de palabras. ya no hay nada. tanta gente a la cual referirme.
mamá. má, solamente perdón. senti tantas veces que te cague la vida. y vos que me haces sentir tan bien. que me abrazas, que parece que hasta sabes que me siento mal. un refugio, un abrazo. ay! mama! si pudiera hacer algo, si pudiera pedirte ayuda, si supiese que nada cambiaria. mama! te amo mama! dale a igne unas eternas gracias y unas atemporales disculpas. perdon mama! te amo mama! segunda. ay! no puedo mas! perdoname, no sé. es que yo estoy de mas, aca. como en todos lados. ay. si supiese hacer algo de mi vida.
por favor, cuentenle a nueve que no sé como hace. pero que esa fuerza que lo lleva para adelante despierta mi mas profunda admiracion. pidanle que no se caiga.
pedalear. reir.
En el último giro había pérdido su rumbo evitando la última cuadra. Aquella última cuadra era corta, de las más cortas que conozco, con casas, ni un negocio.
Todo el puchero, modular lo que se piensa.
en un apartado especial, te dejo mi carpeta de descargas. sé que siemrep la deseaste.
Pasa una nena, también en bicicleta. No la mira, pero nota su mirada. Llora, aún con más intensidad. Se sube a la bicicleta y baja por el cordón. Sin sentarse pedalea cruzando la avenida.
Retoma rumbo por una paralela a la del vivero.
Las luces de la calle ya no compiten con el sol y la sombra es plenamente artificial.
Cuadra antes a las vías del viejo Roca se sale la cadena por segunda vez. El impulso vuelve a servir para doblar en el mismo sentido que la última vez. El cigarrillo encuentra refugio en el asfalto y vuelve a acomodar la cadena.
y tan detonante de todo vos.
En esa esquina se había cruzado a Jara, el pastor trombonista, lo saludó pasando y con la cabeza gacha. No recibió respuesta. Creo que no lo reconoció: es propio de su buena constumbre responder el saludo.
Llanto. Cobarde, tanto como para no asumir la salida.
Pensaba que no, nadie llegaba para salvarlo.
Pedalear, ahora lejos del mastodonte de metal impulsado a gasoil.

"¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?"

-Una noche me dio una paliza. Me arrastró por toda la sala tirando de mis tobillos. Y me decía una y otra vez: "te quiero, te quiero, zorra". Y mi cabeza no paraba de golpear contra las cosas. -Terri nos miró-. ¿Qué se puede hacer con un amor así?

La tarde nos encuentra. Finas descripciones de aquellas que hablan de alguien, de alguien y de un ser. Conversación alcohólica en una cocina que sorprende el tema: ¿de qué hablamos cuando hablamos de amor? ¿qué sabemos del amor?
Deliciosa descripción de sensaciones inentendibles. Entendibles que aparezcan, escuchables, comprensibles. Pero de aquellas que no se entienden.

-Ahora esta fuera de juego. Murió.

Enamorarse, con locura, con la muerte. Enamorarse, perderse y volverse a enamorar. ¿Cómo explicar aquello de amar a alguien como nunca se ha amado a nadie, estando dispuesto a amar hasta la muerte y que luego se termine y se vuelva a amar a alguien como nunca se ha amado a nadie estando dispuesto a amar hasta la muerte?
Narrador, diálogos, aclaraciones, descripciones, otras voces traídas por los participantes, los claro-oscuros y las descripciones entran en el juego de la trama, introducen y hacen parte a quién lee.
Reflexiones profundas sin conclusión. ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?.

-Cuando me fui, se tomó un matarratas.

La atmósfera parece perfecta. Parece, no sé si lo es. Los profesionales discuten sobre el amor. Los enamorados hablan de su amor y de sus enamoramientos anteriores. Encuentros y desencuentros. Ejemplos, casos y entredichos. Pequeñas historias que se cuelan.
La luz cae, le abre paso a la oscuridad, el misterio de la noche. El juego es perfecto, la heladera iluminada una gran obra de arte. La disposición de los invitados, los muebles y los movimientos.
Ginebra y agua tónica. Ginebra, agua tónica y limón.
Compartir, sentirse bien, caerse bien. ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?

-Oía los latidos de mi corazón. Oía el corazón de los demás. Oía el ruido humano que hacíamos allí sentados, sin movernos, ninguno lo más mínimo, ni siquiera cuando la cocina quedó a oscuras.

jeudi 12 juin 2008

Frontera entra China y París.

(Acerca de "el hombre que ríe")

-Pero no por eso perdí la cabeza. Simplemente me senté a la sombra majestuosa de un gigantesco anuncio publicitario y, aunque lagrimeando, abrí mi fiambrera por hacer algo, confiando a medias en que el Jefe me encontraría. El jefe siempre nos encontraba.

Otra vez: una, dos, tres y hasta cuatro historias. Que aparecen y desaparecen finamente hiladas en el relato del joven (por no decir niño). Datos sueltos que recorren algún camino (quizás algún "carrito" para jóvenes aún más jóvenes, por no decir niños pequeños, por no decir bebés).
Juego del relato, quién relata, como afecta al relato quien relata, como afecta a quien relata el relato.
"El hombre que ríe" es una presencia macabra, macabra y con valores. Que asusta y enseña. Que asusta y enseña, no con el juego del terror: con su accionar. Un relato hasta clásico en uno más ecléctico. Un relato de un final conciso en un relato de final sin final.
Historias de amor, de terror, de historias. Historias con un principio y un final. Historias con un principio y un no-final (¡oh! Socrates, ¿puedes tú decirme que ha acontecido con aquella muchacha que bateaba como ninguna y que un día, de repente, no quiso jugar más?).

-El lobo sustituto, bajo la luz de la luna, a unos pocos metros de distancia, quedó impresionado por el dominio de su idioma que poseía ese desconocido.

Presencias.
Una historia para que la vean aquellas otros. Los cobardes, los otros a aquél. Los otros a esa figura horrible, reveladora de valores. Que asusta y enamora. Querido por delincuentes y animales, abandonado por todo lo demás.

-Lógicamente enfurecido, el "hombre que ríe" se quitó la máscara con la lengua y se enfrentó a lo Duferge con la cara desnuda a la luz de la luna. Mademoiselle Dufarge se desamayó. Su padre tuvo más suerte; casualmente en ese momento le dio un ataque de tos y así se libró del mortifero descubrimiento.

Buscando peces plátanos.

-Si quiere mirarme los pies, digalo -dijo el joven-. Pero, maldita sea, no trate de hacerlo con tanto disimulo.

¿Cómo discimularlo? Aquél lugar privado que podemos ver todos, que solemos vestir especialmente para que sean vistos. Quizás para que llame la atención de quién mira, para que busque la vista de quién pase. Por ahí, hasta gritando para que sean vistos.
Pies, desnudos para que llamen la atención.
Aquél lugar oculto, que pasa desapercibido y rompe en el final irrumpe (traje y zapatillas naranjas, vista por planos, de arriba hacia abajo).
Él, de quién se habla. Él, el interlocutor. Él, el que no tiene presentación. Él, el que aparece en secreto a gritos.
Las transiciones son perfectas. No suaves, son transiciones.
Las ilusiones entran el juego, pequeñas pistas, viñetas sueltas (árboles en los que se gira).

Ver-más-vidrio llega. Estuvo siempre presente, pero cerrará con su ausencia. El texto hasta se separa físicamente, se abre paso hacia el final.
Nos encuentra, se lo encuentra. Se vuelve un poco atrás, se rememora. Él, de quién se habla, el interlocutor, el que no tiene presentación, el que aparece en secreto a gritos; él toma su voz, la alza para callar para siempre.

-Tengo los pies completamente normales y no veo por qué demonios tienen que mirármelos -dijo el joven-. Quinto piso, por favor.

mardi 10 juin 2008

"Esa Mujer"

Nota en referencia al cuento de R. Walsh.

Situación real (como si supiese discernir qué es real de lo que no lo es) ficcionalizada.
Una narración gráfica de exquisitas descripciones, minuciosas, justas y cómplices. Lugares y personajes. Guiños.
Una narración sin tantos trucos.
El texto se presenta como el encuentro de un periodista con un general. Desarrollan una trama en relación a un acontecimiento puntual, preciso y muy poco claro. Juego del misterio y la historicidad del lector. Curiosidad y evidencia.
Relaciones, charlas, situaciones. Ese acontecimiento, "esa mujer" en primera plana. La historia del general: su antes, su mediante y su después: su familia, los otros y él.
El periodista. Sensaciones y sentimientos. Percepciones, miradas. Miedos, de esos que traen las ilusiones y anhelos. Negociación y el perderse, el salirse del lugar. Narración que desemboca en él: en su pérdida, en el no logro: el logro a medias que desanima más. El perder, ¿de quién es esa mujer? ¿de quién es la historia?
El periodista. El cuento es gráfico en todo lo demás y ayuda a verlo a él: se acomoda los lentes, tímidos estaban por la punta de la nariz. Todo se ve.
Situaciones. Situaciones difíciles de no imaginar, de no buscarlas. Sueños.

"Fotos"

Comentarios al respecto del relato "fotos" de R. Walsh

I Estructura cronológica y fragmentaria. Se combinan cambios bruscos de voz, con notas, cartas, pensamientos y diálogos. Por momentos parecen ser olvidadas las comillas y que nadie haya querido corregir al autor.

Pensamiento vinculado: ¿habrá mutado mucho la imagen de Walsh desde su presente a ese presente?

II Parecen presentes fuertes rasgos respecto a la personalidad del autor: conocimientos, ansias, expectativas y pensamientos: aunque "su verdadera vocación es el codillo".

III "Y se lo traga el tiempo, la tierra, la gran inundación de la memoria".

IV ¿Hacer permanecer el momento mediante la herramienta técnica (foto, escritura) o jugarse al recuerdo, la rememoración y "la leyenda"? ¿Cómo combinan ambas?

V Recursos que desconozco y no entiendo: ¿el "12" de qué tipo de mensaje se trata? ¿se tratará de alguna forma de telegrama? ¿Cómo se busca eso en el Google?

VI Letras repetidas, mayúsculas intencionadas y no necesarias ortográficamente, faltas ortográficas: ¿empiezo a buscar mensajes por todos lados? ¿será parte de mi personalidad esquisofrenica?

VII Juego entre dos personajes tan contrapuestos como familiares, paralelos y conocidos. Buenos amigos, personalidades conplementarias y opuestas: una misma persona.

VIII "Un cuento siempre tiene dos historias", "cada una de las historias se cuentan de un modo distinto" (Ricardo Piglia, "tesis sobre el cuento"). El negro y Maurico. Estela y Paulina. El padre del negro y la situación de un país.

IX El negro y Mauricio una persona desdoblaba. El "correcto" y el "chanta". El "Doctor" y el "Artista". El amante desenfrenado y el esposo contenedor. El irse y el venir. Sospechas de una lucha interna, de un "¡dale negro! que la vida es corta" y un volcarce al estudio del latin. Búsqueda de un equilibrio derrotado e imposible. Cómplice.

lundi 9 juin 2008

Opiniones de un estúpido sobre "Bing"

No entiendo mucho.
Parece describir una mirada con alguna carga de cocaína y lo que sería, de alguna manera, un espacio. La droga esta presente. Obviamente este es un problema: es la problemática de buscar elementos tradicionales de una narración en un texto que, justamente, las rompe. Pero es que si no las hubiese buscado quizás no me hubiese enterado de que alguna manera las rompe. No lo sé.
El deleite estético existe. Sin duda, es un texto pecaminoso y me obliga a repetir "¡si esta re bueno!" (sí, con todo ese entusiasmo).
La repetición de las palabras, incluso dentro de una misma frase, dan ritmo y resultan un "ese algo" -frases que no dicen nada presentes en este, mí, texto.
Bing, quizás un personaje o toda una situación. Ojalá que nada de eso. ¡¿"Hop"?!
Parece un experimento, pero no de esos de "el laboratorio de Dexter". Aunque tampoco sé si artístico, aunque lo debe ser.
Pide, al parecer mucho al lector. O nada. Quizás que no piense y disfrute del leer. Del ritmo, del sonido. Es que no pensar con algo tan provocador puede resultar una tarea no fácil. Lo peor es que es tan breve que se invita a releer y buscar algo que tranquilice.
Quizás mi poca visión del mundo, mi nula idea y ese aconstumbramiento de mis ojos a novelas románticas de finales felices sean causa del no-logro al enfrentarme a la continuación de palabras.
Quizás si esta lectura no me hubiese encontrado en el marco de esta materia, podría asegurar fervientemente que se trata de una porquería.
Una porquería descolocante, con ritmo. Con música de percusión. Repetir para seguir con la melodía. Repetir, seguir con la melodía y repetir para no perder el ritmo. Si uno se pierde, volver a empezar.
Ritmo: relaciones que se dan con procedimientos técnicos. Repetición y velocidad: experimentación con el ritmo.

Breves reseñas acerca el ciclo de la vida.

Luego puerro ya no queda. Ya no queda hoja, no queda agua, no queda hormiga. Hormiga corre vida, corre hoja, corre tierra. Corre tierra, luego puerro ya no queda.
Ya no queda puerro, no queda bicho, queda juego. Juego trae agua, trae tierra, trae vida. Trae vida, trae agua, trae tierra. Trae juego, trae niño, trae pie. Trae pie, luego hormiga ya no queda.
Luego hormiga ya no queda. Queda juego, queda pie, queda niño. Niño trae tierra, trae agua, trae vida. Vida trae agua, trae tierra, trae hoja. Hoja trae planta, trae vida, trae madre. Madre corre maceta, corre niño, corre pie. Luego pie ya no queda.
Luego pie ya no queda. Ya no queda madre, no queda juego, no queda niño. No queda niño, queda tierra, queda agua, queda vida. Vida trae agua, trae tierra, trae hoja. Hoja trae planta, trae vida, trae puerro. Puerro trae vida, trae hoja, trae hormiga. Hormiga corre vida, corre hoja, corre tierra. Corre tierra, luego puerro ya no queda.

samedi 7 juin 2008

Sucucho.

Patio de cemento rojo -coloración la cual le brindó Juanca haciendo caso omiso de la vida útil de las medias (blancas y 3/4).
Patio de cemento rojo entre paredes, lugar de paso entre el living y esa amarilla cocina.
Puerta roja en el patio rojo. Puerta roja en el patio rojo conduce a la habitación de Cecilia. Habitación rosa y roja resuelta en unos pocos días por Juanca (obrero de la construcción por esos días, abuelo siempre).
Frente a la puerta roja de la habitación rosa y roja en el mismo patio rojo se impone la presencia del sucucho. Pared machimbrada para unir pared lateral del living con la pared sud oeste de esa amarilla cocina; el piso rojo y el techo blanco (con humedad).
Puerta machimbrada que no se distingue de la pared. Puerta machimbrada que no se distingue de la machimbrada pared, con manija. Manija, no picaporte. Ruidosa puerta machimbrada en machimbrada pared de la cual no se distingue, muy poco amable al momento de ser cerrada: necesario topetazo seco mientras se la levanta desde la manija mientras se la acomoda dentro del marco con el pie.
Porta lámpara. Porta lámpara y lámpara colgada ahí. En mi casa esas son "bombitas". Escobas.
Sucucho de pared machimbrada que une la pared lateral del living con la sud-oeste de esa amarilla cocina, el piso rojo y el techo blanco (con humedad), con manija, porta lámpara y lámpara colgada ahí: habitad natural del cuchufo camerdopardali. El cuchufo camerdopardali debía vivir de humedad y polvo, era lo único que había por ahí.
Hey! No golpees que tu padre esta durmiendo -obviamente mi padre ni se enteró, estaba durmiendo.
El cuchufo camerdopardali me secuestró una vez que fuimos de vacaciones a Valeria del Mar. Recuerdo que para esa época ya sabía que camerdopardali era el nombre científico de la jirafa, o algo así.
Quizás sería bueno hablar del cuchufo camerdopardali, ó de su amigo: el pájarito malo. Pero bueno, eso ya es otra historia.


Próximos títulos:
Viajando con el Cuchufo Camerdopardali.
La feliz historia del Pájarito Malo.
Juanito: el tercero en discordia.
La casa vieja.
¿Juanca?

mardi 3 juin 2008

Una ex participante de Gran Hermano elocuta mi mail en el programa de Jorge Rial diciendo que es la dirección de correo eléctronico de su hermana. Mi vida se convierte en un caos.

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El pelado Droopy lo corre aún más allá de la cancha.

lundi 2 juin 2008

porque a mi generación no le importa tu opinión.

libertad de vocabulario. no tengo la culpa de ciertas palabras. y no me importa.

jeudi 29 mai 2008

azul y gris.

Se puso la bufanda de colores masculinos -aquella que le hizo especialmente la abuela Hilda al verlo usar una bufanda de colores, al parecer, no tan masculinos como el naranja- y salió. El detonante de tener doce salchichas, solo seis panes y ninguna papita lo expuso al frío.
Se camino una cuadra y se cruzaron dos calles hasta llegar al almacen. Esperaban la dueña y su hija que escuchaban al negro Oro. Por estos días el negro Oro corría con una gran popularidad alcanzada desde hace algunos años. El negro Oro estaba acompañado por Narda -cocinera cool de la tv- y juntos pasaban el nuevo hit de ataque 77.
Se cruzó a Blanca, la mamá de "Blanquita", en la otra cuadra aunque ellos viven en la misma -aquella con un local en la esquina donde nunca prospera ningún negocio-, y al jocoso comentario de "Qué frío, no?!" no pudo evitar sonreír por lo que no contestó y sólo inclino la cabeza.

vendredi 23 mai 2008

baicicul

decir que eran mejor las de antes es un recurso muy kitsch ya, prefiero sonreír y afirmar con la cabeza.
me fue nada... que se yo...llegue tarde y se exhibia una pelicula sobre lo gótico. me contaron que había que hacer un escrito y entonces tome apuntes.
me dijeron que el escrito era para entregar ahí, por lo que los apuntes eran casi absurdos.
escribí algo en una hoja, era la única que había arrancado sin ninguna razón -me di cuenta de que me qeudban pocas hojas de paso.
lo entregué.
salí solo aunuqe me cruce un par, fui al bar como si supiese que iba a ver alguien.
y sí, había.
dos mesas y ya cinco conmigo.
miramos de reojo el partido de san lorenzo y vimos el gol de manso para la liga universitaria de quito (equipo conducido por el patón bauza)
después cayó alguno más y había algun que otro conocido - a que referirá la denominación conocido?- en otra mesa de al lado que no había visto.
ah! también escuché a uno que gritó el gol de san lorenzo.

vendredi 2 mai 2008

sí, me estoy convirtiendo en un boludo en el sentido menos deseado. espero no llegar a peinarme con gel.

jeudi 1 mai 2008

pasear dice:
que tienen mis ideas anteriores?!
Banana pancakes dice:
me acuerdo que en un mismo día me contaste un montón bastante tontas.. creo que el mismo que hablaste de la cámara oculta.
Banana pancakes dice:
cantar por todos lados puede ser buena.
Banana pancakes dice:
(y yo cosí muy junto, y no lo puedo dar vuelta!)
pasear dice:
(por ahi necesita una lapicera)
pasear dice:
si, aunque todavia somos pocos para ser un atentado artistico, seriamos como un grupo de locos.
Banana pancakes dice:
o para algunos, lo mismo que para mi la gente que no usa auriculares y nos llena de su "música".
pasear dice:
esa es gente horrible con problemas de identificacion.
pasear dice:
esa insuperable necesidad de tratar de abolir carencias economicas tanto como espirituales lleva a esa gente a actuar de dicha manera. la ostentacion debe ser algo tan horrorosa como esa gente. a su vez, se convive con la inmensa necesidad de mostrar quien soy desde la musica que escucho.
pasear dice:
lamentable. tanto como los autos que cen algo parecido.
Banana pancakes dice:
ayer, cuando estaba en la parada, pero de adrogué, pasaba un auto con dos bobos escuchando algo.. no sé, rarísimo. y con el vidrio bajo! y con el frío que hacía..
Banana pancakes dice:
que gente esa!
pasear dice:
ajá, muy desagradable.

¿Los ojos? Rojos.


Ahumada crónica de ojos enrojecidos por un humo que se convierte en causa nacional al invadir Buenos Aires. Conflicto político y drama existencial.

La semana ya lo había presentado. Histeria y peste. Una nube cerraba rutas e impedía el respirar. ¿Los ojos? Rojos.

El otoño actuaba de marco climático y la poca visión de esos primeros días, tanto en Bernal como en Calzada, me encargaba de explicar como niebla matinal que de fenómeno se transformaba en constante desde hace ya algunos otoños. Explicaciones, esas salían de mí en busca de no dar el brazo a torcer frente a algunos medios y otras voces que se levantaban (como la de Raquel, la de la dietética de mismo nombre) que relataban incendios en Entre Ríos y “el delta” que provocaban un humo tal que llegaba hasta capital federal para pronto traspasar sus limites sur y llegar a estas latitudes del conurbano.

Drama político, conflicto, relaciones traídas de los pelos e intereses en juego. Presidenta no preparada hecha culpas y se complica. Yo, brindaba explicaciones a quienes tenía cerca. ¿Los ojos? Rojos.

Hasta el jueves. Jueves, una presencia se convierte en omnisciente. “El humo” se siente y fuerte en Bernal y Calzada, tanto como inunda la avenida Pasco.

El respirar se vuelca hacia aun más insoportable de lo que suele ser. Como dejar de respirar “no se puede”, se inhala la nube y se agotan barbijos. La pantalla explota en titulares, imágenes y enviados especiales. Los informes no abundan en ideas y se repiten.

La garganta se deteriora y el olor de la atmósfera se torna parecido al producido por “Clarita”, mi vecina de pelo blanco, cuando decide quemar uno no sabe bien qué.

Ropas con olor a humo antes de ser puesta, dificultades de visibilidad, algo de histeria, eventos suspendidos y comentarios oportunistas tales como “es una pantalla de humo”, “estamos quemados”, “que se lo lleve el viento”, etc. Un panorama espantoso.

La noche se presenta larga y el humo la vuelve aun más insoportable.

Deleite de fenómenos atmosféricos lleva a pasear por regiones del conurbano sur que no suelen ser receptoras de ningún tour a ese humo isleño y entrerriano que, al titularse en los diarios de gran tirada, repercute en todos los medios masivos con los que convivimos.

“Sigue el humo en capital y tres provincias”, “Esta madrugada los vecinos se quejaban por el olor a quemado”, “El denso humo volvió a desatar una tragedia”, “Qué hacer cuando el humo entra a nuestras casas”. Títulos del “gran diario argentino” entre jueves y viernes, 17 y 18 de abril de 2008. ¿Los ojos? Rojos.

Mi brazo torcido por lo medios y aquellas otras voces. El humo, innegable. Aunque la histeria, ese extremado mal humor acompañado de poco felices comentarios y esa gran sensación de vértigo, de que todo se va a un lugar sin retorno, no tiene ningún tipo de justificativo en el fenómeno de la semana –el cual seguramente es mas simpático que la “violencia escolar” de la semana pasada o los piquetes paquetes de dudosa simpatía de hace algunas otras semanas atrás. Y ni hablar del “paro agrario” que se muestra como grupo de presión y poder amenazando a desabastecer la ciudad. Claro esta, que la histeria y esas otras hierbas se vuelven propias de esta nuestra vida al ser transmitidas y comentadas por “Santo” o Nelson Castro. Esta vez el humo, pero hace un tiempo nos iban a matar los aviones que se caerían en nuestras casas por falta de un radar que funcione correctamente o, como olvidar, el granizo destructor de parabrisas y cabezas. “Todos somos fumadores pasivos”. ¿Los ojos? Rojos.

El viernes amanece igual de gris. El sol algo tibio, indeciso, se pinta de naranja anticipando el disfraz/protesta de color marrón que supo presentar, tanto esa noche como la del sábado, la luna.

Esa noche de sábado de luna no-llena marrón se convertiría en la última con humo. Lamentablemente, los domingos no hay 5 noticieros en la pantalla de canal trece para que el fenómeno ausente se realice en verbo y noticia.

Claro, esto resulta algo pasajero ya que “El servicio meteorológico anuncia que por ahora las mejoras serán temporarias (Diario Clarín lunes 21 de abril de 2008)”. Mensaje rebotado y reproducido. Raquel debió aprovechar para tomar mucho aire para los días que se venían. ¿Los ojos? Rojos.

jeudi 17 avril 2008

Fragmento Mutante (como las tortugas ninjas)

Mutante género la entrevista. Nacida en un encuentro y una conversación propios de la vida cotidiana, deberá ser respetada con fidelidad, aunque conviviendo con el permiso de intervenir y “ficcionalizar la vida tal cual es” en construcción de una narrativa en particular, acabará en escrito, con el crédito de ser la palabra directa de un protagonista y que en su forma, logrará convencer que, “de uno u otro modo, realmente (se ha) ‘estado allí’”.


Resulta obvio y no merece explicación, este fragmento leí el otro día durante la clase. Claro esta y resulta tan obvio como lo anterior que estre fragmento es horrible! no solo esta mal escrito sino que no dice nada. lo reelaboro y vuelvo a postear.
Claro, = eso de extrae un parrafo es raro. Pero esto vendría como a ser una conclusión luego de un recorrido sin sentido ya.

Mutante género la entrevista. Nacida en un encuentro, una conversación. Propia de la vida cotidiana, deberá ser respetada con fidelidad, aunque conviviendo con el permiso de intervenir y “ficcionalizar la vida tal cual es”. En construcción de una narrativa en particular, acabará en escrito. Con el crédito de ser la palabra directa de un protagonista, en su forma logrará convencer o no que, “de uno u otro modo, realmente (se ha) ‘estado allí’”.


Por ahí me parece que fue un poco mejor.
Saludos internautas!



jeudi 3 avril 2008

tortura.

Tortura. Caminar y acordarse que se acerca ese encuentro en el cuál deberé realizar la entrevista. El sábado pasado intente saludar un montón de gente, muchos parecían bien dispuestos. Pero a quién robarle un rato de su vida para someterlo a la rigurosidad de un grabador y la charla con un desconocido. ¿Hacia donde llevo la entrevista? ¿A lo personal? ¿A esa subjetividad profunda que parece condición fundamental para volcarse a un proyecto como ese?
La consigna lacsa permite improvisar, de inicio nada tiene porque "estar mal". Pero la consigna lacsa se convierte en compromiso, en presión y compromiso de tener que pensar qué hacer.
Pienso que entrevistar al director y uno de los impulsores del proyecto se convertiría en algo ajustado y pertinente, aunque quizás obvio y escape a esa condición de un "cualquiera" de "gente" que participa.
Buscar una conversación con quién hago el contacto quizás resultase vago, aunque efectivo.
El grupo al que me aboco es tan heterogéneo.}
Y si, la entrevista como todo (o casi) se convierte en esas cosas en donde cuentan la intención, la voluntad y la creencia. Y encima no depende solo de mi, es una conjunción de intenciones.
Si! cada vez se complica un poquito más. A su vez me siento tranquilo, confiado. A mi me gustó la experiencia y confío poder extraer y contar y hacer que me cuenten algo bueno, fructífero, que realmente valga la pena.
Una tortura, últimamente todas estas cosas que tienen una pausa, una extensión en el tiempo y me obligan a pensar aunque sea "algo" se convierten en tortura. Propuestas, contra propuestas. Fundamentos de un lado a otro y caprichosos "eso no".
Ay! sí, creo que lo estuve pensando demasiado. Esa fue mi conclusión. Mejor confiar y entregarse un poco a lo que va pasando impulsando alguna especie de éxito.

samedi 29 mars 2008

"Oíd el Grito"

Cuando el inicio se convierte en especie de viaje no pude dejar de pensar en una relación con "Alicia en el País" -fue más fuerte que yo. Fragmento de la canción de Charly cerró mi idea sin ser burdo ni obvio -aunque la relación libro-canción se dé, quizás, solo por el nombre.
Cuando pensaba en que faltaba agredir directamente al público para redondear mi idea de una obra tipo "dadaista" encuentro a 30 personas y un grito hacia el público de modo amenazante (que susto, "¡nos matan!"). ¿El público?, silencio.
Perturbadoramente hermosa. Increíble, rompiendo todo lo que había podido suponer. Bien realizada, particular justeza. SHOCK.
La cabeza alterada en revoluciones.
Horriblemente bella. El aplauso nace tibio y se convierte en obación (la gorra se llena).
Lo único que atine a escribir sin respetar ningún renglón y en diagonal fue: "Tremendo, ¡tengo rota la cabeza!".
Llega el fin. Existió un golpe magnífico.
Encuentro a mi "contacto" y lo abrazo. Me presenta a otros mientras se va llenando los brazos con cosas.
"Es un pibe" pienso mientras saludo al director a mis veintiún años. Pequeñas charlas con varios, no me acuerdo que dije (¡tenía tanto y nada para decir!).
Quedo en un segundo encuentro, el próximo sábado en el mismo lugar. Me advierten de algunas cosas como para que no me asuste (quizás a causa de mi abrumada cara decorada con sonrisa -mi gesto, tocarme el pelo-).
Me despido. Prendo un cigarrillo y miro la hora. No había pasado mucho más de una hora enorme. Empiezo a caminar. Emprendo la vuelta a casa, la experiencia acaba de comenzar.

"Boedo Antiguo"

Tren y combinación de subtes (pasillo y escaleras entre la "C" y la "E"), hora y pico de viaje. Barrio de Boedo, Avenida San Juan, Barrio de Boedo, Espacio Cultural Julián Centeya. Puerta fileteada: Boedo, barrio de guapos.
Larga y ancha avenida. Sábado de otoño, dieciocho horas, poco movimiento (puedo cruzar por mitad de cuadra).
Señoras esperan en un hall a donde invita la puerta principal con una hoja abierta. Cartelera y anuncios. Algunas pinturas, sillas que forman un contorno vacías. Piso de baldosa con parches de cemento, superficie de apoyo de dos mesas vacías también. Pantalla algo descuidada y sin uso. Ventana, escondida a medias, tapada. Lugar reciclado unido por tres escalones a una construcción nueva (paredes no tan altas de ladrillo gris).
Ecos de un ensayo en la parte de atrás ("piquete, cacerola. ¡La lucha es una sola!"). Empleados y hombre de seguridad. Me acerco y pregunto, cuando termine el ensayo se podrá ingresar.
Ingreso.
Escenario que no se utiliza. Sillas azules con leyenda del "Banco de la Ciudad". Cemento alisado se convierte en pista. Público sentado en redondel (dos filas). Lleno total, se agregan sillas. Seguro más gente de la que esperaba sentada en un galpón de paredes altas de ladrillos (los naranjas que no son huecos) donde crecen algunas plantas. Primer metro con reboque.
Guirnaldas de banderines de colores cruzan el lugar. Mate.
Charla y ambiente ameno. Barrio, conocidos. Heterogéneo público reunido: jeans, hojotas, pañaleros, pantolones cortos, zapatos, blusas y alhajas.
Trajes, accesorios e instrumentos dispersos en un solo lugar. Se va haciendo silencio: la obra, al raz del suelo, va a comenzar.
Ceremonia, celebración.
Los bailes, el canto, la percusión. Movimientos esquisofrénicos. Viaje, memoria. ¡Grito furioso!. Situaciones cambiantes. Enorme relato ("Oíd el grito", el arte llegó).

mercredi 19 mars 2008

Martes

...Da vuelta un vaso (vacío) y decí "en el valle del Señor nada se pierde" y aparece posta...
Ideas fantásticas circulan en Internet, quizás tantas como en la vida real -¿acaso Internet (el coso que corrige faltas me hace poner internet con mayúscula) no es vida real?, yo no lo sé. Rlefleccionando. Quizás tan fantástico como lograr una entrevista para el martes. Ajá, lo estuve pensando. Es que intentar conformar un grupo desde poco, en pocas clases, cuando en muchas clases se producen movimientos numéricos que uno no entiende bien -con el ruido y otras especies que esas cosas generan- y ponerse de acuerdo en algo o, al menos, de que no estamos de acuerdo en nada, no es fácil. Debo reconocerle a la fuerza de una fecha un suficiente poder de coerción como para que uno se ponga a hacer algo, o los acuerdos lleguen de manera más inmediata.
Periódicamente, ya algo había: experiencias lanzadas, charlas, ideas generales y hasta algunos primeros roces. Aunque seguro no lo suficiente para lograr la entrevista para el martes.
Encima reflecciono: yo no estoy tan seguro de ir y hacer una entrevista. No sé cuanta idea tengo, y así como modelo o una herramienta teórica mucho no abarqué (igualmente confío en mi genialidad y que salga algo fantástico). Así que deberé abocarme un poco a algo de eso -sí, reflexionar no suele ser buena idea y eso que las mías, como verán perspicaces lectores (lo bueno es que uno supone lectores), no son de las más profundas.
Si todo fuese tan fácil jack,
-suena la patrulla espacial-.

vendredi 14 mars 2008

Ayer, presentación de "imágenes por la memoria" o "para" o algo así -¡tengo folleto que se dobla como un mapa de rutas genial!-.
Medio por darme un rato de yapa antes de entrar a cursar con esa sra de dientes más complicados que yo y otro medio para ver -bueno, "ver" es un modo decir que daba ir, "daba ir" como modo de decir que me interesaba- que era lo que pasaba me dirigí al ágora (no, fue en el auditorio) de la universidad donde algunas personas, muchas mas sillas rojas, el delegado de la uom y presidente de una organización social -que conocí en los seminarios de economía social de la semana pasada-, algunos profesores, una chica que se le caía una botella de agua mineral sentada cerca de la que termino siendo mi posición y una pantalla -que al final ni la usaban!-´, entre otros actores, esperaban para dar comienzo al "acto".
En nombramiento de presentes y no tanto se paso gran parte de la ceremonia para la cual se había dispuesto un presentador de pelo largo muy atado y tirante y con chistes sin demasiada gracia.
Nada, en un panel de alguna gente con cara de no mucho para decir, una Madre de plaza de Mayo (línea fundadora) y miembro de algunos otros "organismos", digamos, se destacó. A mi particularmente no me suelen caer demasiado bien, pero esta señora con gracia particular, frescura y sin pañuelo en la cabeza (porque no iba en representación de madres, explicó ella antes de empezar) logró captar mi atención tanto en algunos comentarios con chiste -estos si graciosos- y otros de valor y pertinentes a la situación y al lugar. Concisas palabras.
El mismo señor que anunciaba presentes y ausentes en un principio y luego de que hablase la señora (que a su vez lo hizo luego del vice rector de la universidad -que hablo en primer lugar y no se mostró demasiado atento a las palabras de los otros oradores-, quién fue seguido por el peronista nuevo intendente de Quilmes -quien contó una historia interminable y tan acotada que resulto confusa y poco ajustada a la situación, aunque la intención pareció buena) anunció el final.
Vale mencionar que el final llegó sin que hable un sr, de lentes, camisa y flequillo sobre la frente, que se había sentado junto a quienes hablaron vaya a saber uno por qué razón.

jeudi 13 mars 2008

Tengo remera roja anti-búhos.

mercredi 12 mars 2008

"¡Goooooooooood daaaaayy! ¡Suuuuuunshiiiiiiiineee!" muge el chancho-manatí al abrir su ventana ahora que cambió de lado de cama con la hermana.
Que coqueto y feliz se lo ve por ahí con su buzo violeta y sus patas de cebra.
"Habla hasta por los codos", pero se dispone a la charla solo con quien se le presenta amigable desde su único,
caprichoso y restricto criterio.
¡Que ave tan fiel y hermosa!

dimanche 9 mars 2008

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Probablemente debería escribir algo respecto de como Alicia marca un estilo, una época y un modo de escribir (en mi). Quizás de como algunos cuentos de Kafka lograron conmover ciertas fibras hasta estremecerme, aunque siempre me quedaba con la sensación de que faltaba algo más. Por ahí de lo intenso, fugaz, innovador y, por largos momentos, imposibles de entender que me resultan algunos cuentos de Cortazar. Mi lectura tardía de "el túnel", la llegada de algunos ensayos de Casullo (post primer momento de cursada con él), la lectura incitada por Hilda -la abuela de Temperley, que me recordó la existencia de la librería- del Alquimista, a la que me aboqué con cierta constancia aunque, debo confesar, nunca llegué a terminarla y quizás algun intento de lectura -convertido en anécdota- de página 12 o el shock de un primer encuentro fuerte con lecturas que parecían necesarias para seguir con las materias en un primer momento de universidad. Todas, de una forma u otra, se ganan su espacio, su lugar, en mi joven relación con la lectura. Joven y avara relación con la lectura. Leer con un poco continuidad y hasta sentarse hacerlo recién con unos avanzados veinte años -ir a comprar un libro sin demasiada idea ya de grande y hace poco- se convierte en marca de mi poco acercamiento a ese horrible y "exigidor" de paciencia -¡y hasta de una postura en especial!- fenómeno que algunos personajes hozan llamar lectura.
Ideas destellantes, alentadores y prometedores comienzos, inentendibles conceptos y formas de expresarse. Momentos de superación espiritual. Y hasta tedio, ese que lleva contar una y otra vez las páginas que faltan hasta llegar, aunque sea, a un provisorio final antes de darse por vencido. Todo forma parte de la lectura. Aluvión de sensaciones y total indiferencia. Libros que pasan frente a mi como si nada. Todo forma parte de mi relación con la lectura. De mi joven y avara relación con la lectura.

Sábado, ocho de marzo de 2008

Me desperté por la culpa de alguien que equivocadamente llamaba a mi celular, en ese momento decidí levantarme, me "calcé" el jean y salí.
No parecía que fuese a pasar mucho.
Palpé los bolsillos como para ver si tenía todo lo necesario, crucé mi casa -avisando a luli que a mi vuelta andaríamos en bicicleta- y salí hacia la librería.
Por segunda vez visito la librería que mi abuela me recordó que existía. A diferencia de la primera vez, el levantarse y viajar resultan especialmente para ello.
Llegué. Particular atmósfera de un lugar largo y alto que se desforma por angosto para parecer interminable. Señor grande tras mostrador, achica los ojos esforzándose por ver aunque los vidrios de sus lentes deben estar entre los más gruesos que vi en mi vida -aunque debo reconocer que no soy especialista en eso de andar mirando y, aún menos, recordando el grosor de los vidrios de los ante-ojos de gentes que veo por ahí.
Nada. Entro, me mira y pregunta "cuál era tu libro?", tenía el libro que había encargado la otra vez cuando había comprado una edición buenísima de "Alicia en el espejo" (bah! "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí"). La muchacha que lo ayuda, imagino que la hija o quizás hasta la nieta -capaz que era la hija del vecino-, rompe algunos envolturas que saca de una caja hasta encontrar el libro. Sobre el mostrador se completa la transacción. Se me comenta algo sobre el libro que no escucho bien, pongo cara como para contestar a lo que sea que hayan dicho, "hasta luego!" y me retiro.
Dos cuadras y un puente hasta la parada del colectivo (266, 2. La cola para el 266,4 era muy larga y me dio vagancia). La ansiedad no me gana, no abro el libro, ni siquiera miro adentro de la bolsa.
Me siento atrás del asiento que estaba justo en la rueda, no esta bueno ir sentado justo en el que esta sobre la rueda. Pienso. No sé muy bien por qué había hecho todo eso, quizás era algún deber o esa pequeña voluntad con la que un poco se inicia todo -aunque en general se supone un pelotazo-. En fin, lo que me arrastró hasta la librería, me llevó preguntar por un libro, encargarlo y volver hoy para retirarlo, fue, de alguna forma -aunque no de manera exclusiva-, el seminario y taller de escritura que empiezo a cursar en la universidad. El mismo que, esta vez mas certeramente, me lleva a inaugurar este espacio sin demasiada idea.
Es que esa señora pretende que lleve un diario de escritor en blog. Yo no sé bien lo que es. Dijo que la idea era (es) escribir reflexiones, ideas y todo eso que lleva a la escritura y que, de alguna manera, queda afuera. Pensé que debería tener constantemente una computadora a mano, o lograr constancia en escribir esas ideas, siempre geniales y realizadoras, que invaden mi mente solo para luego ser olvidadas. A mi, particularmente, no me convenció demasiado.
Y es sábado a la tarde, llueve, ya dormí siesta, merendé y el tramo hasta la cena parece longuísimo.
Abro el blog. Resuelvo que debe llamarse pateque ("decí 'pa'", "pa", "deci 'que'", "que", "deci 'te'", "te". "Ahora todo junto", "¡pateque!").
Ya esta abierto, el proceso resulto hasta fácil. Lo miro, parece mirarme. Pienso en escribir algo genial, no se me ocurre nada y así empieza este relato.