jeudi 1 mai 2008

¿Los ojos? Rojos.


Ahumada crónica de ojos enrojecidos por un humo que se convierte en causa nacional al invadir Buenos Aires. Conflicto político y drama existencial.

La semana ya lo había presentado. Histeria y peste. Una nube cerraba rutas e impedía el respirar. ¿Los ojos? Rojos.

El otoño actuaba de marco climático y la poca visión de esos primeros días, tanto en Bernal como en Calzada, me encargaba de explicar como niebla matinal que de fenómeno se transformaba en constante desde hace ya algunos otoños. Explicaciones, esas salían de mí en busca de no dar el brazo a torcer frente a algunos medios y otras voces que se levantaban (como la de Raquel, la de la dietética de mismo nombre) que relataban incendios en Entre Ríos y “el delta” que provocaban un humo tal que llegaba hasta capital federal para pronto traspasar sus limites sur y llegar a estas latitudes del conurbano.

Drama político, conflicto, relaciones traídas de los pelos e intereses en juego. Presidenta no preparada hecha culpas y se complica. Yo, brindaba explicaciones a quienes tenía cerca. ¿Los ojos? Rojos.

Hasta el jueves. Jueves, una presencia se convierte en omnisciente. “El humo” se siente y fuerte en Bernal y Calzada, tanto como inunda la avenida Pasco.

El respirar se vuelca hacia aun más insoportable de lo que suele ser. Como dejar de respirar “no se puede”, se inhala la nube y se agotan barbijos. La pantalla explota en titulares, imágenes y enviados especiales. Los informes no abundan en ideas y se repiten.

La garganta se deteriora y el olor de la atmósfera se torna parecido al producido por “Clarita”, mi vecina de pelo blanco, cuando decide quemar uno no sabe bien qué.

Ropas con olor a humo antes de ser puesta, dificultades de visibilidad, algo de histeria, eventos suspendidos y comentarios oportunistas tales como “es una pantalla de humo”, “estamos quemados”, “que se lo lleve el viento”, etc. Un panorama espantoso.

La noche se presenta larga y el humo la vuelve aun más insoportable.

Deleite de fenómenos atmosféricos lleva a pasear por regiones del conurbano sur que no suelen ser receptoras de ningún tour a ese humo isleño y entrerriano que, al titularse en los diarios de gran tirada, repercute en todos los medios masivos con los que convivimos.

“Sigue el humo en capital y tres provincias”, “Esta madrugada los vecinos se quejaban por el olor a quemado”, “El denso humo volvió a desatar una tragedia”, “Qué hacer cuando el humo entra a nuestras casas”. Títulos del “gran diario argentino” entre jueves y viernes, 17 y 18 de abril de 2008. ¿Los ojos? Rojos.

Mi brazo torcido por lo medios y aquellas otras voces. El humo, innegable. Aunque la histeria, ese extremado mal humor acompañado de poco felices comentarios y esa gran sensación de vértigo, de que todo se va a un lugar sin retorno, no tiene ningún tipo de justificativo en el fenómeno de la semana –el cual seguramente es mas simpático que la “violencia escolar” de la semana pasada o los piquetes paquetes de dudosa simpatía de hace algunas otras semanas atrás. Y ni hablar del “paro agrario” que se muestra como grupo de presión y poder amenazando a desabastecer la ciudad. Claro esta, que la histeria y esas otras hierbas se vuelven propias de esta nuestra vida al ser transmitidas y comentadas por “Santo” o Nelson Castro. Esta vez el humo, pero hace un tiempo nos iban a matar los aviones que se caerían en nuestras casas por falta de un radar que funcione correctamente o, como olvidar, el granizo destructor de parabrisas y cabezas. “Todos somos fumadores pasivos”. ¿Los ojos? Rojos.

El viernes amanece igual de gris. El sol algo tibio, indeciso, se pinta de naranja anticipando el disfraz/protesta de color marrón que supo presentar, tanto esa noche como la del sábado, la luna.

Esa noche de sábado de luna no-llena marrón se convertiría en la última con humo. Lamentablemente, los domingos no hay 5 noticieros en la pantalla de canal trece para que el fenómeno ausente se realice en verbo y noticia.

Claro, esto resulta algo pasajero ya que “El servicio meteorológico anuncia que por ahora las mejoras serán temporarias (Diario Clarín lunes 21 de abril de 2008)”. Mensaje rebotado y reproducido. Raquel debió aprovechar para tomar mucho aire para los días que se venían. ¿Los ojos? Rojos.

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