vendredi 13 juin 2008

No al equipaje.

Salió para darle final a todo. Un impulso. Lo había dejado, todo, buena parte de lo que quería listo.
Fue al fondo, su espacio: buscó los cigarrillos, dejó 8 y se llevó el paquete con tres. Dejó el zippo, y el otro encendedor obsequio. No vale la pena llevar mucho: unos pocos cigarrillos, algunas hojas de rollo de cocina, un encendedor, la cédula, las llaves necesarias para salir y cerrar.
La pingüi como grito sagrado.
Tan cobarde! tan cagon!
tratando de esconderme atrás de una imagen, fuese por la que fuese.
viviendome a mi mismo a través de ella aun en los momentos mas bajos.
Sin deci´sión, probre, triste, tibio. Cuantas veces habre pensado en tirarme abajo del tren? obviamente, como imaginaran, hasta este momento al menos no lo hice ninguna.
cobarde, ahorarme. encontrar una salida y ponerle un fin.
no sé luchar, no puedo. no lo sé trasmitir, no puedo.
intento seguir con algo, de cierta forma encima lo logro. y el sol que sale y no acompaña. Todo me tira abajo arrastrando a todo lo demas. soy tan debil en frente al mundo. no sé que hacer.
un grito, agarrarse la cara. el pedido de algo imposible que no se qué podría lograr, pero "te quiero ver papá!".
El postulado de la existencia de un Dios vuelve a mi solo para brindarme la experanza de que puede ser.
Pierdo todo, la vida en vida.
Caminando por el sendero marcado de tanto pasar, intentó deducir qué estaba haciendo, a dónde iba: ¿realmente iba a darle fin? Creyó que era un buen momento, esta vez sí era el fin, aquella había sido la última. Lo pensaba, sostuvo un rato la reja, pero igualmente buscó la bicicleta.
y todavia no terminó, sigo acá.
Casi hasta preocupado por dejar algo. la palabras salen aunuqe las oigo rebotar en mi mente. En el papel, son tan solo un eco. Se diceminan, se funden con otras, se pierden. Ya no se entienden. Ya no pierdo.
Sufro una procupacion estetica que no logro apañar. Quiero perderme. no quiero ser, quiero dejar de ser esa nada para dejar de ser todo.
Nace una cancion que brota en el papel. en el aire. no es mia, no la conozco. No me significa. Miedos, otra vez. Muchos. Leer, buscar algo de que agarrarse. encontrar cosas que para uno parecen imposibles.
el mundo no se muestra asi para mi. "el mundo", ideas postuladas que no puedo abandonar. que mierda es el mundo?! que mierda la realidad?! que mierda yo?! y el amor? los dioses?! la flia?! esas cosas de las cuales agarrarse? y cuando nacual ya no este? y cuando lidha?! como no decirles. yo nunca les dije nada, nunca se los demostre. Esa imagen, otra vez, tan cobarde, tan cagon, tan cruel con migo lo mismo. Como lo sufro!. Ya las lagrimas se van acabando. se despeja el teclado. otra vez duele la cabeza. jugar con las piernas se vuelve señal de carnalidad. y esta carnalidad no quiere decir nada.
otra vez, no llegar ni siquiera a perderse.
las pesadillas no se terminaron nunca. ya ni siqueira puedo dormir. dormir de día resulta un alivio. un rato. necesito un rato nada más.
No hacer nada, eso hago. no leo, no cumplo, con acompaño. no hago nada. y hoy me duele, hoy me siento mal.
escribir un mail que no va a nadie. a quien? a quien molestar cuando ya no hay nadie?
ni siquiera poema puedo escribir; si al menos dibujase lindo.
si tuviese la suerte de un balcón y la fuerza para hacerlo. yo no creo en los milagros ni en la ciencia, pero los uso para explicarme ciertas cosas. no puede ser posible que no pueda desaparecer. así, porque sí.
Sueños, sin sueños que cumpli al no tenr ninguno. Ser estrella de rock, ganar un mundial. ay! no sé. ni siquiera nunca intente nada. hay algo mas triste?
Acostada, esperando, reclinada hacia el lado sin pie. Esa bicicleta de paseo verde, comprada en Temperley, en la esquina de triunvirato y arroyito: una bicicleteria grande, vidriada, con persianas de aquellas no-ciegas que forman un entramado de rombos al ser cerrada. Esa bicicleta de paseo verde, con canastito y ese lugar ideal para llevar a alguien más en la parte de atrás: no era un asunto muy masculino, aunque si práctico. Salió. Saltar, el problema es hoy no dejar de disimularlo.
Oscurecia y salía rápido, como si eso modificace algo. Pronto la luz bajaba y los tilos que acompañaban vereda empezaban a generar sombra de luz artificial. Saludó a Mabel, sin mirarla, como si así no lo pudiese ver. Mabel apoyo las bolsas y lo vió alejandose con rumbo este. No se había despedido de nadie, no había dicho nada. Dejó su móvil. Llegado el caso nadie sabría encontrarlo, al menos no en lo inmediato: eso le daría un margén de tiempo suficiente. No lo sé, quizás perderse.
si pudieses comprender lo bien que me haces no entenderias esta forma de llorar. ay! me aprece vivir tantas veces solo para pensarte. para preocuparme y ponerme contento. enfermarme de celos y morirme del orgullo. amarte. no poder realizarte. pensarme tu principe azul y sentirse solo una gran piedra.
no sentir otra vez ni siqueira la oportunidad de no molestar.
ay! si el mundo pudiese entender de no hacer lo que corresponde simplemente porque uno se replantea su existencia!
tan coqueta aunque a veces no se corresponda. Tu inocencia, el modo en que caes en algunos juegos que a veces parece intensional, solo para que juegue yo. tu modo de explicar lo inexplicable a lo que llevan mis absurdos planteos. lidear con mis cambios y mis malas costumbres. Hacerme sentir bien.
Sonreir. nunca sonreí tanto.Nunca. se corresponde a la lagrimas y al no sentirse bien. nunca estuve tan vivo, nunca. sentir, se siente tan bien sentir y tantas vece me hace siento tan mal.
correr, corramos. encontremos las bicicletas. pero yo no sé a donde voy, o a ningun lado.
Soy tan egoista, tan que me pierdo en mi.
y otra vez, la imagen: esa absurda y cobarde imagen. esa carnalidad con relato. es que no sé lo que soy.
Nadie había notado aquellas noches concecutivas de pesadillas: de revolver algunos recuerdos, de encontrar ese libro desforme por las cartas que resultaba bastante pavote. Pesadillas no, hermosos sueños realmente imposibles de los que hacen llorar: de rememoraciones inventadas, inexistentes.
es que sí, es que por ahi necesito senitr que una vez me insisten. por ahi lo necesitaba lo ultimo que paso. aunque mi imagen diga que no. otra vez, esa amante cruel. un "dale! vamos" que me convenza y me haga ver que para otro vale la pena que vaya.
Ya había pensado tanto. Ya había llorado tanto. Ya había llorado tanto por estar llorando de esa manera. Dolía la cabeza desde hacia como sesenta y tres horas.
Salió apurado y pedaleó todo lo que pudo. Rumbo este para girar en la esquina del kiosco, aquél enfrentado al árbol que parecía mas alto, aquél que supo administrar ale y compañía. La pingüi cedía todo lo que podía, la cara se mojaba, la nariz se enrojecía y la mandibula empezaba a aflojarse. Ningún auto cruzaba, o, al menos, no los vió. Tampoco vió a Cristian, el hermano de Hugo y otros tantos, que en la esquina parecía esperar.
La otra esquina y volver a doblar, pasar por el kiosco violeta de Ariel y el baldío que alguna vez supo alojar una aveja. La casa grande y antigua, gris, perfecta para un centro cultural. Una cuadra más y esa de la Clínica abandonada y la casa que tardó demasiado tiempo en construirce.
como negar que hasta le ha dado sentido a mi vida. todo. quizas nunca lo diga, quizas no me permita decirlo. otra vez, tan cobarde. no sé! te amo! te amo tanto. sos enorme. como mamá, cuidala a mamá. nunca me senti tan yo como en vos. tan sin miedos ni verguenzas. a veces hasta complice o util.
no sé, no se qeu decir. son tan inteligente, linda, completa, llena de vida. unica y especial. te quiero tanto.
Árboles que se cruzan en la mitad de la calles, alfombra a tonos amarillos frente a las casas, acumulación de hojas que se elevan en las rejas. Ya no se veía nada, pero sabía a donde ir.
En la cuadra del vívero se sale la cadena. La bicicleta verde con detalles blancos envejecidos -parecen teñidos con té- no se deja pedalear.
Hacia algunas semanas que la usaba a diario. Hacía poco se la había rescatado de la collera: grasa a la cadena, nuevas cámaras y algunos ajustes a los frenos -igualmente sólo seguía frenando el de adelante-. Nunca se había escapado de esa manera la cadena haciendo imposible el pedaleo.
Con el impulso dar vuelta la esquina y encontrarse en la cuadra que supo tener una oficina de Multicanal. Frenó y se le cayo la llave. La llave cayó sobre una hoja, amarilla, no de tilo. Se acomodó cerca de un poste, dejó la bicicleta ruedas para arriba, sacó un trozo de rollo de cocina para limpiarse los mocos y acomodó la cadena. La cadena gigante, negra. Le costó, no fue fácil, pero lo logró. Con las manos negras prendió un cigarrillo, el flequillo ya era algo inconcebible.
y lo peor es haber escrito todo esto. como si fuese acaso yo capaz de hacer algo. de lograr un fin o una meta.
no sé! ni siquiera correr o escapar.
que hago? que puedo haceR? tanta gente a la que me gustaria referir.
hay, lineas.
ubi! como perdi a ubi. que boludo soy. tbn por cobarde.
cuatro, yo no sé de donde sale esa pila de vida. el no rendirse, el sguir adelante. y sin conocerte. hay tantos miedos dando vueltas por ahi.
no puedo mas, no puedo ser ni justo ni certero. ya no puedo escribir. la cabeza me estalla, pero esta vez sin rebote de palabras. ya no hay nada. tanta gente a la cual referirme.
mamá. má, solamente perdón. senti tantas veces que te cague la vida. y vos que me haces sentir tan bien. que me abrazas, que parece que hasta sabes que me siento mal. un refugio, un abrazo. ay! mama! si pudiera hacer algo, si pudiera pedirte ayuda, si supiese que nada cambiaria. mama! te amo mama! dale a igne unas eternas gracias y unas atemporales disculpas. perdon mama! te amo mama! segunda. ay! no puedo mas! perdoname, no sé. es que yo estoy de mas, aca. como en todos lados. ay. si supiese hacer algo de mi vida.
por favor, cuentenle a nueve que no sé como hace. pero que esa fuerza que lo lleva para adelante despierta mi mas profunda admiracion. pidanle que no se caiga.
pedalear. reir.
En el último giro había pérdido su rumbo evitando la última cuadra. Aquella última cuadra era corta, de las más cortas que conozco, con casas, ni un negocio.
Todo el puchero, modular lo que se piensa.
en un apartado especial, te dejo mi carpeta de descargas. sé que siemrep la deseaste.
Pasa una nena, también en bicicleta. No la mira, pero nota su mirada. Llora, aún con más intensidad. Se sube a la bicicleta y baja por el cordón. Sin sentarse pedalea cruzando la avenida.
Retoma rumbo por una paralela a la del vivero.
Las luces de la calle ya no compiten con el sol y la sombra es plenamente artificial.
Cuadra antes a las vías del viejo Roca se sale la cadena por segunda vez. El impulso vuelve a servir para doblar en el mismo sentido que la última vez. El cigarrillo encuentra refugio en el asfalto y vuelve a acomodar la cadena.
y tan detonante de todo vos.
En esa esquina se había cruzado a Jara, el pastor trombonista, lo saludó pasando y con la cabeza gacha. No recibió respuesta. Creo que no lo reconoció: es propio de su buena constumbre responder el saludo.
Llanto. Cobarde, tanto como para no asumir la salida.
Pensaba que no, nadie llegaba para salvarlo.
Pedalear, ahora lejos del mastodonte de metal impulsado a gasoil.

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